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La labor de la Policía Nacional y la Guardia Civil en España es indudablemente una de las más arriesgadas y desafiantes. Estos valientes hombres y mujeres se enfrentan a peligros diarios en su misión de mantener la seguridad y el orden en nuestra sociedad. Sin embargo, a pesar de los riesgos inherentes a su profesión, sus retribuciones en la jubilación no reflejan adecuadamente la naturaleza de su trabajo.
En 2018, se creó una bonificación para igualar las pensiones de los policías locales por acto de servicio, un paso positivo hacia el reconocimiento de la labor de estos servidores públicos. Sin embargo, la Policía Nacional y la Guardia Civil, que también se enfrentan a riesgos similares, no han recibido el mismo trato.
Es de sentido común considerar a la Policía Nacional y la Guardia Civil como profesiones de riesgo, al igual que otras profesiones reconocidas en España, como los trabajadores mineros, el personal de vuelo, los trabajadores ferroviarios, los artistas, los profesionales taurinos, los bomberos, los miembros de la Ertzaintza y los policías locales. Por lo tanto, es de justicia que se abra una puerta dentro de las clases pasivas para diferenciar a estos funcionarios por sus peculiaridades y riesgos al ejercer su profesión, y así poder igualar sus pensiones de jubilación por años de servicio con la policía local y los cuerpos autonómicos.
Además, es importante tener en cuenta la degradación en las condiciones de calidad de vida y la peligrosidad que enfrentan estos agentes. Según los datos del Ministerio del Interior, cada día son agredidos 30 agentes de las fuerzas y cuerpos de seguridad en España. En 2023, los policías y guardias civiles sufrieron 1.400 agresiones al mes, un incremento superior al 8% en los últimos tres años. Estas cifras son alarmantes y requieren una atención inmediata.
En conclusión, es imperativo que se tomen medidas para proteger a nuestros defensores y garantizar que sus retribuciones reflejen adecuadamente los riesgos que enfrentan. Es de justicia enmendar esta situación con la Policía Nacional y la Guardia Civil. No podemos permitir que aquellos que nos protegen sean dejados atrás.
