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Qué engorda más, ¿una cerveza, una copa de vino o un refresco?

Qué engorda más, ¿una cerveza, una copa de vino o un refresco?

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¿Quieres cuidar tu salud pero no puedes renunciar a la cervecita de los viernes con los amigos, las copas de la noche o el aperitivo del domingo? A continuación analizamos las principales bebidas más consumidas y te contamos qué engorda más revisando las características principales de la cerveza, del vino y de los refrescos. Sigue leyendo para conocer cuáles son las mejores bebidas que puedes consumir si quieres cuidar tu línea, estás en una dieta de pérdida de peso o simplemente buscas mejorar tu salud y cuidarte más.

Vino, cerveza o refresco: qué bebida escoger para cuidar tu peso

Es más que probable que alguna vez te hayas preguntado cuál es la opción correcta que debes pedir cuando vas a un bar si estás intentando cuidar tu peso. Si bien es importante tener en cuenta qué bebida te gusta más por su sabor y características especiales, también es fundamental intentar buscar la alternativa más saludable.

De esta manera, si hablamos de las bebidas alcohólicas, pasamos a revisarlas teniendo en cuenta la cantidad de calorías que tomamos por una copa o vaso de 100 ml. En estos casos, es sencillo darnos cuenta de que el vino engorda más que la cerveza.

Por otro lado, si tenemos en cuenta la opción de los refrescos porque además preferimos no consumir alcohol, debemos diferenciar claramente entre los refrescos azucarados y los que no llevan calorías. Los refrescos sin calorías engordarán mucho menos que la cerveza y que el vino, mientras que los refrescos azucarados cuentan con un alto contenido en azúcar perjudicial para la salud que incluso puede llegar a engordar mucho más que una cerveza o una copa de vino.

Sea como sea, los expertos de MentalidadFit.com reseñan la importancia de consumir cualquiera de estas bebidas con moderación y dentro de una dieta equilibrada si de verdad queremos disfrutarlas dentro de una vida saludable a nivel físico y mental.

Teniendo en cuenta las diferentes bebidas por separado, cabe reseñar que una cerveza completa puede llegar a aportarnos hasta 150 calorías por sus 355 ml, aunque esto siempre dependerá del grado de alcohol de la bebida, lo cual quiere decir que una cerveza artesana elaborada con grandes porcentajes de alcohol puede llegar a aportarnos hasta 350 calorías.

Del mismo modo, valorando la opción de los refrescos, debemos tener en cuenta que los originales siempre van cargados de azúcares para tener un sabor mucho más dulce. Los refrescos aportan muchas calorías aunque tienen el plus de que no tienen alcohol, con lo que serán la mejor alternativa para aquellos que buscan una opción libre de alcohol para tomar en su tiempo de ocio, aunque valorando la cantidad de azúcares que incorporan es importante tener en cuenta que son bebidas únicamente recomendables para ocasiones puntuales, ya que este tipo de bebidas no aportan ningún tipo de nutrientes, frente a la cerveza, que realmente es un alimento nutritivo que tomado con moderación (porque contiene alcohol), puede resultar mucho más saludable.

Los refrescos azucarados son peligrosos para la salud porque tienen proporciones de azúcar realmente grandes. Por ejemplo, una botella o una lata de refresco de 355 ml puede llegar a aportarnos entre 140 y hasta 200 calorías. Además, si las comparamos con las calorías de la cerveza, éstas son calorías completamente vacías, porque nos aportarán mucho azúcar y ningún nutriente.

De esta forma, al aportar los refrescos tantos azúcares, en las últimas décadas se han hecho muy populares las bebidas light o zero sin azúcares. Estas bebidas no tienen calorías, con lo que son una mejor opción, pero tampoco son un tipo de bebida que deba consumirse de manera regular, porque se endulza con productos totalmente artificiales como el ciclamato o el aspartamo. Estos edulcorantes afectan a nuestro organismo haciéndole procesar de forma diferente las grasas y haciendo que acumulemos un exceso de éstas en zonas concretas de nuestro cuerpo como el abdomen o los muslos.

En conclusión, añadir refrescos a nuestra dieta no nos ayuda a crear un patrón alimentario saludable, pero pueden ser una buena alternativa puntual para las reuniones de amigos o comidas fuera de casa en que no queramos consumir alcohol y busquemos escoger la opción que menos engorde.

Del mismo modo, como nos han explicado los expertos en vinos de VinosPedia, el vino puede ser una buena alternativa para la salud si se toma de manera eventual y se escogen opciones como el vino tinto, con efecto vasodilatador, que puede ayudarnos a proteger nuestras arterias y además resulta antiinflamatorio.

Ahora bien, el vino tiene un contenido calórico más elevado que la cerveza y que los refrescos sin azúcares, ya que en tan sólo 150 ml podemos llegar a consumir hasta 125 calorías, con lo que, si estamos buscando una alternativa para consumir mientras estamos a dieta, será mejor decantarnos por las otras opciones.

En este punto, también es importante tener en cuenta que normalmente cuando consumimos una copa de vino solemos saborearla más y consumir menos que en el caso de la cerveza, con lo que al final el balance energético puede llegar a ser el mismo, pero en este punto, tal y como nos explican los expertos en deporte de Ciclismo10.top, lo importante es tener claro que escojamos la bebida que escojamos debemos tomarla siempre con moderación.

Para estos expertos, una cerveza tras un entrenamiento intenso (y siempre que ya nos encontremos bien hidratados con agua u otras bebidas saludables), puede ser una buena alternativa que nos ayude con el "recovery", y que además nos permita sentirnos bien y darnos un premio por el esfuerzo realizado, pero siempre teniendo en cuenta de nuevo que en la medida estará la clave para poder disfrutar al máximo de nuestra bebida favorita y de nuestras salidas con amigos y familiares.