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Que parezca un plan de empleo

Por Rafael M. Martos
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domingo 26 de julio de 2020, 11:39h

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Cuando alguien denuncia la contratación de 3.000 enchufados en la Junta de Andalucía y dos meses después sigue sin poder añadir ni uno más a los seis que mencionó –y que en todo caso solo podían demostrar que estaban vinculados al PP, pero no que se saltara ninguna norma, o se les privilegiara frente a otros por razón partidista-, o cuando se denuncia la construcción de un complejo hotelero, que en realidad es la rehabilitación de un cortijo para alojamiento rural, pues tampoco se puede esperar que cuando se les explica que el Plan de Empleo puesto en marcha por la Junta de Andalucía para paliar los efectos del COVID19 es añadido a los planes preexistentes y que no los sustituye, lo entiendan.

La cuestión es que quienes gobiernan, siempre nos hablan de lo que van a invertir para luchar contra el desempleo, y cual es la previsión que hacen de reducción de parados, pero siempre se les olvida lo principal. O no nos informan del resultado real del plan de empleo, o no nos informan de los efectos que a largo plazo tendrán esas acciones.

El pasado 4 de junio, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció la puesta en marcha de un Plan de Empleo con los ayuntamientos, con una inversión de 165 millones de euros, que promoverá la creación de hasta 19.000 puestos de trabajo. Una rápida división nos deja el dato de que cada uno de los empleos saldrá por menos de 9.000 euros, pero eso no serán salarios, ya que de ahí habría que descontar los materiales, la redacción de los proyectos, y también, claro, los impuestos. Además, habrá contratos de más meses y de menos, por más horas, y por menos, y también de más categoría profesional, y de menos. Aún así, el PP afirma que más de 14 millones llegarán a la provincia de Almería para que los Ayuntamientos puedan contratar, a partir del mes de septiembre, a unos 1.600 desempleados.

Cojo el ejemplo de las Juventudes Socialistas de Adra, que se quejan en rueda de prensa de que el último gobierno de Susana Díaz, dedicó 790.000 euros en la lucha contra el desempleo en el municipio, y que el Plan Aire actual destinará 110.000 menos.

Pues vayamos a los resultados: En diciembre de 2018 –fin del mandato de Díaz- en Adra había 2.052 parados, y un año después ya con gobierno de PP-Ciudadanos, éstos eran 1.936. No solo se observa cómo el paro ha bajado sin el PSOE en la Junta, es que además, un año antes 2017 eran 1.983 los desempleados, por lo que si a algo parece haber contribuido el plan es a generar nuevos parados. En diciembre de 2016, eran 2.148 los desempleados en este municipio, lo que nos deja la conclusión de que en Adra, el paro en los últimos años siempre ha estado por encima de las 2.000 personas, por lo que la utilidad de los planes socialistas ha sido más bien escasa, ya que no se percibe ninguna reducción drástica, ni que haya una reducción leve pero que haya ido sosteniéndose en el tiempo.

Pero es que la cosa es aún más grave cuando observamos que los sucesivos gobiernos socialistas de la Junta de Andalucía dejaron sin ejecutar 3.000 millones de euros en Políticas Activas de Empleo entre 2013 y 2017.

Andalucía, líder en desempleo, gastó una fortuna –de la Unión Europea- en las Unidades Territorial de Empleo y Desarrollo Local y Tecnológico, que en realidad no dieron más empleo que a las personas contratadas para este actividad, y que no solo fueron dedicadas en muchos ayuntamientos a actividades que nada tenían que ver con el objeto de su contrato, es que al final los echaron de mala manera, porque también los había tenido la Junta contratados en fraude de ley.

En definitiva, se trata de anotar sobre un presupuesto números, que justifiquen que se hace algo, aunque no se haga nada, o lo que se haga no sea eficaz. Es como cuando se habla del dinero que ha de destinarse a Educación, y se afirma que deber ser determinado porcentaje del PIB o del Presupuestos anual, cuando lo lógico sería que se invirtiera lo necesario, que puede ser el doble o el triple, o quizá un 20% menos, pero bien empleado.

El empleo real –directo e indirecto a futuro por el desarrollo que permiten- está en las infraestructuras que están en marcha en toda Andalucía, sin planes de empleo ni historias.

Rafael M. Martos

Editor de Noticias de Almería

Periodista. Autor de "No les va a gustar", "Palomares en los papeles secretos EEUU", "Bandera de la infamia", "Más allá del cementerio azul", "Covid19: Diario del confinamiento" y la novela "Todo por la patria"