Quinta campaña de excavación arqueológica en Macael viejo

La quinta campaña de excavaciones en el yacimiento arqueológico de Macael Viejo ha dado comienzo a principios del mes de mayo. En esta ocasión los trabajos se centran en una zona del asentamiento donde en años anteriores se había constatado la presencia de una necrópolis bajo medieval con alteración de un espacio funerario prehistórico anterior.

Para obtener información sobre los pobladores que ocuparon Macael Viejo, se ha escogido una pequeña depresión de la zona que ocupa la necrópolis donde se espera hallar un contexto funerario menos alterado por los expolios y usos posteriores del terreno debido a la mayor colmatación del terreno. En ella se ha practicado un sondeo que abarca parte de un camino que se construyó a mediados de los ochenta y que sellaría los restos en un periodo en el que comienza una importante explotación del mármol del paraje, y otro más amplio que incluye un bancal de cultivo bajo el cual se espera alcanzar el nivel de la necrópolis en buenas condiciones de conservación.

Los trabajos realizados hasta el momento han sacado a luz varios enterramientos que siguen el rito de inhumación islámico y que muestran que los pobladores guardaban un gran orden y respeto a la hora de posicionar a sus difuntos. Todas las sepulturas mantienen una perfecta orientación y su aparición en ambos sondeos, así como en los realizados en campañas anteriores, evidencia que nos encontramos ante un cementerio de considerables dimensiones que nos muestra que Macael Viejo en época bajo medieval tuvo un alto nivel de ocupación.

Durante la excavación se ha recuperado además numerosa cerámica neolítica alterada por la fase medieval, así como diversas herramientas calcolíticas tanto en superficie como en los niveles de arrastre. También se han localizado algunos niveles que aportan datos del periodo romano del yacimiento.

Esta campaña ha puesto énfasis en la localización de estelas de mármol blanco que originalmente marcarían la ubicación de las tumbas más pudientes y que al haber sido reutilizadas para la construcción de paratas de cultivo y mojones se encuentran diseminadas por el cerro. Hasta la fecha se han recuperado dos de ellas que por su calidad técnica a la hora de realizarlas y por su decoración son de sumo interés para el estudio del contexto funerario y productivo del yacimiento.