Reina mora eres tú para los socialistas

El poeta y maestro almeriense Ibn Luyun, que impartía clases en la Alcazaba hace setecientos años, nos dejó escrito este consejo de buena gobernanza: “Es preciso que el rey ordene a sus visires y a los personajes poderosos de su capital que tengan explotaciones agrícolas personales; cosa que será del mayor provecho para unos y otros, pues así aumentarán sus fortunas; el pueblo tendrá mayores facilidades para aprovisionarse y no pasar hambre.” Recuerdo ahora este pasaje (que a nadie importa, pero que me viene bien para enfoscar el artículo) para destacar la reciente aparición del concejal socialista almeriense Antonio Ruano para reclamar que esa misma fortaleza sea declarada ahora Patrimonio de la Humanidad. Hay que pensar a lo grande y no nos basta ya un BIC. Ruano es más de Montblanc discursivo. Y hasta habrá compañeros y compañeres que reconvengan su falta de ambición, porque si eso lo lleva Carmen Calvo, lo mismo acaba pidiendo que la Alcazaba sea Patrimonio de la Galaxia, del mismo modo que pidió que la UNESCO legislase “para todos los planetas” (sic)
Pero no nos desviemos del tema.
Perfilado sobre las murallas de la Alcazaba y cubierto con una mascarilla negra que le proporcionaba un aire a mitad de camino entre pirata berberisco y hurí del tercer recinto, Antonio Ruano, que como los personajes poderosos de la Almería del S.XIV tiene explotaciones agrícolas personales de las que además alardea, vino a ocupar de nuevo el protagonismo del Grupo Municipal Socialista (presten atención a la secuencia de rodaje, porque Ruano también fue hace unos días el encargado de ir a enseñar alcantarillas reventadas durante las últimas lluvias, lo que indica que algo pasa en las cañerías del grupo) convocando una rueda de prensa en la azotea del Ayuntamiento para que las milenarias piedras sirvieran de fotocol al concejal.
Como digo, el motivo de la convocatoria solemne y con un aparataje que, aunque no un pianista sí que hubiera admitido al menos la actuación de un grupo de danza del vientre de alguna asociación vecinal, era para anunciar que el PSOE iba a pedir que la fortaleza almeriense fuera declarada patrimonio del género humano, lo que está muy bien y todos suscribimos. Pero dejaré para otros el predecible entusiasmo y el juntos como hermanos, etcétera. Lo que vengo a decir es algo muy sencillo: a buenas horas.
Gracias al señor Ruano acabamos de descubrir que el PSOE no tuvo tiempo ¡en casi 40 años ininterrumpidos de gestión del conjunto monumental! de reparar en que además de ser un patrimonio exclusivo de la Junta de Andalucía socialista (jamás dejaron entrar o acercarse o colaborar con algo de esa fortaleza al Ayuntamiento de Almería) la Alcazaba de Almería debería ser Patrimonio de la Humanidad. Pero parece que ahora se han dado cuenta, para poder seguir así la estrategia del buscador de titulares: si alguien se opone será un mal almeriense, un retrógrado y un franquista. Y si suena la flauta, será un logro del PSOE, que es un partido progresista y sensible a la cultura y al arte.
Ya veremos qué pasa con este asunto, que tiene un predecible aire de folclore y tablao político que ya explicase muy bien Manolo Escobar al cantar que nuestra Alcazaba de luz y embrujo andaluz hacía que Almería fuera la reina mora de todos los españoles. En fin. Son los Cantares de Ruano, el Lauren Postigo de la escena municipal.