La presencia en ferias y congresos es una constante imprescindible para cualquier empresa que busca captar clientes, pero también para aquellas que quieren afianzar su marca en el mercado, pero eso es importante tomar las decisiones adecuadas y no pasar desapercibidos.
Uno de los elementos que se ha convertido en fundamental para hacerse ver son los “roll up”, por su precio económico y su versatilidad a la hora de trasladarlos de un lugar a otro, por lo que permiten tanto dejarlos solo en una sala o en un pasillo, como ubicarlos junto a mesas o mostradores donde se desarrolla una labor personal de interacción con los clientes.
Precisamente por esa visibilidad que tienen los “roll up” es fundamental elegir una empresa que realice un buen trabajo de impresión, y con materiales de primera calidad, para evitar que se deteriore rápidamente.
El “roll up” puede medir un ancho de 85 centímetros, pero también superar los dos metros, por lo que la gama de la que es posible disponer es bastante amplia y va a depender de qué queremos promocionar, dónde lo vamos a colocar habitualmente, y si vamos a moverlo mucho. Si la idea es dejarlo de un modo más o menos fijo en un sitio, lo mejor es elegir el formato grande, igual que si la idea es colocarlo en un lugar amplio –por ejemplo una zona con muchos expositores, o una sala de conferencias- pero si la idea es poder cambiar el lugar de instalación con facilidad, o si queremos que sea manejable, que no pese mucho e incluso subirlo con nosotros en transporte público, se pueden optar por tamaños más reducidos.
En todo caso, siempre se tiene la posibilidad de tener varios, elegir aquel que interesa en cada ocasión, o incluso permitirse el juego entre ellos. Incluso cuando ya no se está en ningún evento, tenerlos desplegados en la recepción de la empresa, o en los despachos siempre genera buena impresión a los visitantes.
Y es que los “roll up” son una alternativa bastante económica para la publicidad o el marketing empresarial, porque podemos encontrarlos por menos de 40 euros, porque en ese precio está incluida la impresión, el transporte a nuestro domicilio o empresa, y la funda para guardarlo.
Del mismo modo, hay que tener en cuenta que gracias a las facilidades que da internet, ahora es posible agilizar todo el trámite, hasta el punto de que podemos subir a la web del fabricante nuestro propio diseño, encajarlo en el modelo, aceptarlo, pedirlo y pagarlo. En un par de días, ya lo tenemos.