El hotel El Algarrobico, una estructura de 21 plantas en la costa de Carboneras, Almería, se ha convertido en un símbolo de las luchas medioambientales y de la tensión entre desarrollo y conservación en Andalucía. Con la llegada del nuevo año, la pregunta que resuena en la provincia es si 2025 será el año en que finalmente veamos la demolición de este edificio ilegal, que ha resistido más de dos décadas de sentencias judiciales y cambios políticos.
Desde su inicio en 2003, el proyecto del Algarrobico ha sido un punto de conflicto. Construido en una zona protegida del Parque Natural de Cabo de Gata-Níjar, ha sido declarado ilegal por múltiples instancias judiciales, incluyendo el Tribunal Supremo de España, que en 2008 confirmó la ilegalidad de su construcción. Sin embargo, a pesar de estas decisiones, la licencia de obras todavía persiste, gracias a la inacción y a las complejidades jurídicas.
El presidente de la Junta de Andalucía, Juan Manuel Moreno Bonilla, ha sido el cuarto mandatario en enfrentarse a este dilema. En su mensaje de fin de año de 2023, Moreno expresó su compromiso para demoler el edificio, proponiendo un pacto con el Gobierno central, similar al acuerdo alcanzado para el Parque Nacional de Doñana. Sin embargo, 2024 ha transcurrido sin que se haya podido materializar esta promesa debido a los enredos legales y administrativos.
Los obstáculos
El principal escollo para la demolición es la licencia de obras, que el Ayuntamiento de Carboneras se niega a retirar. Además, la financiación de la demolición, estimada en decenas de millones de euros, y la responsabilidad sobre quién debería asumir estos costos, sigue siendo un debate sin resolver. La Junta de Andalucía ha expresado su disposición a colaborar en la financiación, pero la falta de un acuerdo claro entre las administraciones ha congelado cualquier acción efectiva.
La consejera de Sostenibilidad y Medio Ambiente, Catalina García, ha manifestado en octubre de 2024 que confía en que la demolición pueda comenzar en un plazo de seis meses, lo que nos sitúa en la primera mitad de 2025. Esta afirmación se basa en la esperanza de resolver los últimos flecos judiciales pendientes, aunque aún requiere el pronunciamiento definitivo del Ayuntamiento de Carboneras y el respaldo del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA).
El Algarrobico no solo representa un fracaso en la protección del medio ambiente sino también una oportunidad para demostrar la capacidad de Andalucía de rectificar errores pasados. La demolición del hotel podría restituir el ecosistema de la zona, promover el turismo sostenible y servir de ejemplo para futuros proyectos. Organizaciones como Greenpeace y Ecologistas en Acción mantienen la presión, instando a una acción inmediata para que 2025 no sea otro año de promesas incumplidas.
La pregunta "¿Será 2025 el año del Algarrobico?" no es solo sobre la demolición de un edificio, sino también sobre la voluntad política y la capacidad de las instituciones para superar décadas de inacción. Mientras 2024 se despide, la comunidad andaluza, los ecologistas y el mundo observan con atención si finalmente se dará el paso definitivo hacia la restauración ambiental de uno de los últimos rincones vírgenes de la costa mediterránea.
CRONOLOGÍA
El hotel El Algarrobico ha sido el centro de una de las más largas y complejas batallas legales en España, con implicaciones que llegan hasta la más alta instancia judicial del país. La cuestión legal alrededor de este edificio es un laberinto de sentencias, apelaciones, y cambios en la legislación que han mantenido su estructura en pie a pesar de su declarada ilegalidad.
Historia Jurídica del Algarrobico
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2003: Construcción inicia con una licencia municipal otorgada por el Ayuntamiento de Carboneras.
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2005: El Ministerio de Medio Ambiente, bajo la dirección de Cristina Narbona, ordena la paralización de las obras, alegando que el hotel infringe la Ley de Costas, la cual prohíbe la construcción en una servidumbre de 100 metros desde la costa en zonas protegidas.
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2006: Una sentencia judicial frena la construcción, pero el hotel ya está 95% terminado.
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2008: El Tribunal Supremo declara ilegal la construcción del hotel, marcando un hito al reconocer que El Algarrobico se encuentra dentro de un parque natural protegido. Sin embargo, la licencia de obras sigue siendo un punto de controversia.
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2011: La Junta de Andalucía y el Gobierno Central acuerdan un plan conjunto para la demolición, pero esta nunca se ejecuta debido a la falta de consenso sobre la responsabilidad financiera y legal.
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2014: El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) emite una sentencia contradictoria al declarar el suelo como urbanizable, generando un revuelo entre activistas y abriendo una nueva ronda de apelaciones que llega hasta el Tribunal Constitucional.
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2016: El Tribunal Supremo anula la sentencia de 2014 del TSJA, reafirmando la ilegalidad del hotel y ordenando que se proceda a su demolición, pero la ejecución se ve bloqueada por la licencia de obras aún vigente.
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2020: Un nuevo intento de demolición es anunciado con fondos reservados en el presupuesto de la Junta, pero nuevamente se pospone debido a disputas sobre la legalidad de la licencia.
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2023: El Supremo declara que la licencia del hotel es "plenamente legal", dejando la decisión en manos del Ayuntamiento de Carboneras para revisar la licencia de obras, un paso crucial antes de cualquier demolición.
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2024: La lucha legal continúa con el TSJA instando al Ayuntamiento a declarar el suelo como no urbanizable, pero la ejecución de esta orden enfrenta resistencia y más apelaciones.
Dificultades Legales Actuales
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Licencia de Obras: La licencia otorgada en 2003 aún no ha sido revocada oficialmente, lo cual es un requisito previo para la demolición según las últimas sentencias judiciales.
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Responsabilidad Patrimonial: La empresa promotora, Azata del Sol, ha demandado compensaciones millonarias por la posible demolición, alegando que iniciaron el proyecto bajo licencias legales.
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Conflictos de Competencias: Existe una disputa entre el Ayuntamiento de Carboneras, la Junta de Andalucía, y el Gobierno Central sobre quién debe asumir el costo de la demolición y la restauración del área.
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Apelaciones y Recursos: Las numerosas apelaciones y recursos presentados por diferentes partes (incluyendo el ayuntamiento, la promotora, y grupos ecologistas) han mantenido el caso en un estado de limbo legal.
Esperanzas para 2025
La esperanza de que 2025 sea el año de la demolición se basa en la posibilidad de que el Ayuntamiento de Carboneras, presionado por las sentencias judiciales y la opinión pública, finalmente revoque la licencia de obras. Además, se espera que un nuevo acuerdo entre las administraciones públicas pueda desbloquear los fondos necesarios y definir responsabilidades claras para la demolición.
La saga del Algarrobico es un claro ejemplo de cómo las lagunas legales y la falta de cohesión entre las diferentes administraciones pueden prolongar indefinidamente la resolución de problemas ambientales. La pregunta de si 2025 marcará el final de esta historia depende de la voluntad política y de la capacidad del sistema judicial para cortar el nudo gordiano de las disputas legales.
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