Ha sido muy sutil Susana Díaz -como siempre es ella- aprovechando la pandemia por COVID19 y sus miles de víctimas, para atacar a Pedro Sánchez, lo que demuestra que la guerra entre ambos no se ha acabado.
Digo que ha sido muy sutil porque en vez de arremeter contra él, en vez de quejarse de su mala gestión, o de culparle de los contagios y de los muertos, ha hecho unas declaraciones contra el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno (PP), pero que basta saber leer entre líneas para comprender que en realidad iban contra el inquilino de La Moncloa.
Afirma Díaz que “desde que el presidente Moreno Bonilla asumió el mando único, Andalucía ha pasado de salir de la pandemia como la comunidad con menos afección a ser la que lidera los rebrotes”. ¿Está o no claro que habla de Sánchez? ¡Está clarísimo!
Moreno no ha asumido ningún mando único, quien lo asumió fue Sánchez, y lo único que ha pasado desde que concluyó el Estado de Alarma, es que las instituciones andaluzas, entre ellas el Gobierno, han recuperado la gestión de las competencias que por la Constitución y el Estatuto, tienen.
Pero si al utilizar la expresión “mando único” es evidente -¿quién no va a interpretarlo así?- que quería señalar a Sánchez, lo importante viene después, cuando acusa a Moreno de que la Comunidad “lidera los rebrotes”.
Lo primero es que Andalucía no lidera los rebrotes, lo siento por la lideresa, pero hay que mirarse mejor los números antes de hablar. Andalucía tenía el viernes 310 casos en 17 focos, y solo Lleida, en Cataluña, presentaba 20 rebrotes, pero es que en Aragón donde gobierna el PSOE, siguen en Fase 2 por la situación crítica de contagios.
Aclarado que Andalucía no lidera los rebrotes, lo que sin duda ha sido un error sin mala intención por parte de Susana Díaz, donde ella quería poner incidir es en la responsabilidad de los mismos, y ahí es donde se percibe con más crudeza su animadversión hacia Sánchez. Y es que si Moreno es responsable de los rebrotes, se ha de colegir que Sánchez es responsable de los brotes, y del mismo modo, podríamos entender que Moreno será responsable de los muertos andaluces desde el fin del Estado de Alarma, y Sánchez de los habidos hasta ese momento, lo cual es muy duro, pero ella se atreve a llamar a las cosas por su nombre, sobre todo porque... las cifras no son mínimamente comparables, así que sí, está claro que era otro golpe indirecto.
Y si al primero le dice que “escuche a los sanitarios” y que “su reconocimiento no puede ser solo una estatua”, es para que nos preguntemos todos qué ha hecho el segundo, y si al primero le critica que “haya preferido seguir negociando con la ultraderecha”, a ver qué les dice a sus compañeros de la Comunidad de Madrid donde Vox les ha dado la presidencia de la comisión postCOVID19.
Pero Díaz no deja nada a la improvisación, así que suelta otra velada denuncia contra Sánchez cuando acusa a Moreno de “llegar tarde y mal”, justo cuando hace poco más de una semana el propio presidente del Gobierno reconocía en una entrevista que llegaron “tarde”.
Incluso cuando la expresidenta de Andalucía reclama a Moreno que “agilice la renta mínima andaluza, compatible con la estatal”, lo que desliza es que aquí ya se estaba dando ese ingreso a las familias más necesitadas, y que no se ponga una medalla Sánchez, porque eso, ella, ya lo tenía aquí cuando mandaba.
Con su estilo peculiar, sibilino e inteligente, Susana Díaz ha vuelto a dar una lección política, siendo capaz de cuestionar a su propio jefe de filas; eso sí, igual todo el mundo no ha cogido el punto de sus declaraciones, pero seguro, seguro, que más allá de sus diferencias ideológicas con Moreno, ha sido capaz de no cruzar esa línea de respeto que el PSOE ha exigido constantemente al PP, esa línea que no debía traspasar de usar a las víctimas de la pandemia como arma política arrojadiza. Ella... hace gala de altura y galanura.