Las instituciones educativas debieron iniciar hace mucho tiempo debates sobre el uso responsable de las tecnologías, lejos de enfoques o modas tecnológicas sin fundamento. Igualmente importante es que las familias promuevan la conversación y la comprensión de cómo las plataformas digitales “juegan” con el tiempo y los datos de sus usuarios, educando así a las nuevas generaciones sobre la ley del mínimo esfuerzo. Es de máxima urgencia que tanto los gobiernos como las empresas tecnológicas tomen medidas para crear un entorno digital más seguro y saludable, pero también que educadores y familias se integren al proceso para que, en conjunto pero diferenciando niveles y responsabilidades, se promueva una alfabetización mediática urgente que posibilite la consolidación de una ciudadanía digital madura y responsable.