Hace unos años tuvo un rifirrafe epistolar con el representante de Transparencia Internacional, ya que al hacernos eco de su ranking, destacamos que otorgaba una puntuación elevadísima al Ayuntamiento de El Ejido, correspondiendo el dato al momento en que se desarrollaron los hechos que se conocen como Operación Poniente. No le gustó que hiciera esa puntualización porque les desmontaba la supuesta profesionalidad e independencia de la que presumían.
Del mismo modo hemos hecho en alguna ocasión con el tema de las banderas azules, las Q, o las escobas de oro... que al final vienen a ser lo mismo, unos ranking en los que todos los políticos quieren aparecer para demostrar que sus ayuntamientos, diputaciones y demás, son los mejores. Y de eso se aprovechan un puñado de listos.
En los últimos días ha habido una polémica con respecto a la transparencia del Ayuntamiento de Almería, suscitada por el concejal de Ciudadanos Miguel Cazorla, quien criticaba que en unos meses el Consistorio había bajado de puntuación en el ranking de Dyntra.
Cazorla daba así su reconocimiento a un ranking que deja a su propio partido como el menos transparente de los cuatro grandes, pero además, no era justo en su exposición, ya que en los aspectos económico-financieros, el Ayuntamiento mantenía un cumplimiento superior al 85% de los parámetros establecidos unilateralmente por Dyntra, si bien él ponía énfasis en ese extremo como si fuera el determinante del descenso.
Pero no hemos querido quedarnos en la polémica estéril, y lo que hemos acabado descubriendo es un auténtico chiringuito financiado con dinero público a mayor gloria del esperpento político.
Así, resulta que la famosa Dyntra no supera los mínimos parámetros de transparencia, ya que en la web no hay ni un solo dato sobre quienes la forman, cual es el organigrama, su forma jurídica, su sistema de trabajo, su contabilidad... es decir, nada de lo que ellos exigen a los demás.
Por si fuera poco, descubrimos que quien está detrás de esta plataforma -así se autodenomina- es un empresario que, desde otra de sus mercantiles, ofrece a empresas -textualmente- montar sociedades off shore en Panamá, por tanto un sistema para eludir el pago de impuestos y también para ocultarlas.
El negocio de la transparencia es como el de las banderas y demás. Desde una entidad sin ánimo de lucro se ofrece a una institución aparecer en un ranking, para lo cual hay que cumplir unos requisitos, pero para poder hacerlo, hay que contratar con una empresa que lo certificará... y a esa sí se le paga.
El Ayuntamiento de Almería, entre otras instituciones, cayó en esto. Contrató a una empresa de Juan Manuel Gómez Roa para montar la web de transparencia, luego Dyntra, que también es del mismo empresario, le colocó en un estupendo nivel, y cuando el Consistorio dio por concluido el contrato y no se lo renovó, pues descendió en el ranking.
Lo peor es que todos los partidos usan este ranking para ponerse medallas cuando están arriba, y para culpar a los que gobiernan si bajan, dándole al mismo una validez que no merece ni de lejos.
RESPUESTA DE DYNTRA
Respecto a la publicación “La conexión de Dyntra con los negocios "off shore" y en Panamá” y “Transparencia off shore”. La vinculación de Dyntra Non-Profit Organisation o de Juan Manuel Roa con negocios “off-shore opacos” es completamente falsa e incurre en un grave delito de injurias.
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