El Tribunal Superior de Justicia de Andalucía (TSJA) ha confirmado la condena de 16 años y seis meses de prisión para un joven que disparó contra dos hombres después de una acalorada discusión en las calles de Almería. La sentencia, hecha pública este miércoles, desestima los recursos de apelación presentados por los acusados y respalda el fallo inicial de la Audiencia Provincial de Almería.
El caso se remonta a un incidente en el que el condenado abrió fuego después de que uno de los hombres involucrados le prohibiera la entrada a un pub a un cuarto individuo, también condenado por amenazas a seis meses de prisión.
La Audiencia Provincial de Almería había considerado al agresor como autor de dos delitos de asesinato en grado de tentativa y un delito de tenencia ilícita de armas. La sentencia del TSJA subraya la gravedad de los hechos al rechazar la posibilidad de considerarlos como simples lesiones o un homicidio, resaltando el uso de un arma de fuego.
La sala judicial destacó el detalle de la "distancia" desde la cual se realizaron los disparos, aproximadamente dos metros, así como la ubicación específica de los impactos en los cuerpos de las víctimas. En el caso de la primera víctima, cuyas lesiones afectaron a órganos vitales como el hígado, se hizo hincapié en la peligrosidad de los disparos dirigidos a zonas críticas.
Respecto a la segunda víctima, herida en un brazo, se destacó que aunque el agresor realizó tres disparos, el tercero al aire evidenciaba que su intención no era necesariamente poner fin a la vida de la víctima, sino más bien el acto de darse a la fuga.
La ratificación de la condena por parte del TSJA subraya la gravedad de los actos cometidos por el agresor, cuyas acciones han sido consideradas como intentos de asesinato, lo que resulta en una sentencia de 16 años y seis meses de privación de libertad.
Según los hechos probados, la tarde-noche del 24 de abril de 2021, alrededor de las 21:00 horas, las dos víctimas se encontraban en el barrio de El Quemadero en la capital cuando el acusado condenado por amenazas se presentó y comenzó una acalorada discusión con uno de ellos. La disputa surgió a raíz de la prohibición de entrada al pub donde el acusado ejercía como portero.
Durante la confrontación, el agresor recriminó al individuo que no le permitiera acceder al establecimiento y le expresó que ya no tenía derecho a estar en el barrio. En un giro inesperado, el agresor extrajo una navaja y la exhibió frente a ambos, generando un ambiente de tensión.
En ese momento, el autor de los disparos, tras participar en la discusión, se retiró. Sin embargo, según la narración del tribunal, aproximadamente dos o tres minutos después, cuando las víctimas creían que la situación había concluido, el agresor regresó al lugar portando un arma de fuego y con la clara intención de poner fin a la vida de uno de ellos. Apuntó y disparó sorpresivamente, alcanzando a la víctima en el costado derecho y haciéndolo caer al suelo.
El compañero de la víctima quedó frente al agresor, quien efectuó otro disparo, ocasionándole dos heridas en el tercio proximal del antebrazo derecho. La secuencia de eventos revela la gravedad y la premeditación del ataque, destacando la peligrosidad del arma de fuego utilizada.
La sentencia impuesta al principal condenado refleja la severidad de sus acciones, con penas de siete años y seis meses de prisión por cada uno de los dos delitos de asesinato en tentativa, así como 18 meses de cárcel por tenencia ilícita de armas. Además, se le prohíbe acercarse a las víctimas a menos de 500 metros durante un periodo de 15 años y se le obliga al pago de indemnizaciones, siendo 2.580 euros para uno de los afectados y 10.040 euros para el otro. La sentencia destaca el impacto duradero de este acto violento en la vida de las víctimas y subraya la necesidad de mantener una distancia significativa entre el agresor y los afectados durante un extenso período.