Un abusador no logra beneficiarse por segunda vez de la Ley "Sólo sí es sí"

El profesor británico condenado por abusar sexualmente de una alumna en Roquetas de Mar no recibió una reducción de pena bajo la ley del 'solo sí es sí'. Sin embargo, se le concedió una disminución de tres meses en su sentencia original de 11 años y tres meses de prisión debido a los abusos sexuales cometidos hacia la misma alumna. Además, el acusado aceptó dos años y un día de prisión en relación a otro delito de abuso hacia su prima. La relación entre el profesor y la alumna comenzó como una amistad falsa, pero se volvió más personal e íntima con el tiempo.

Además, el caso está relacionado con otro proceso legal en el que la madre del condenado, P.H., enfrenta cargos por obstrucción a la justicia. Se le acusa de intentar influir en la menor para que exculpara a su hijo durante la investigación del caso principal. La Fiscalía solicita una pena de un año y tres meses de prisión por este delito.

El tribunal señala que en este caso la ley orgánica 10/22 de Garantía de Libertad Sexual no afecta a la horquilla penal que se tuvo en cuenta para dictar sentencia, la cual establece un mínimo legal de dos años de prisión. Este mínimo ya fue aceptado por el acusado durante el juicio.

Según el fallo que lo condenó a dos años de prisión, un hombre invitó a su alumna y a su prima a su casa en Roquetas de Mar en algún momento de julio de 2016. Les ofreció bebidas alcohólicas y luego subió con ellas al dormitorio, donde intentó quitarle la ropa a la víctima y la sometió a tocamientos, a pesar de su negativa. Durante el juicio celebrado en septiembre de 2019, la alumna del acusado habló sobre este episodio.

La joven explicó que ella y su prima fueron a la casa de C.T. donde les ofreció alcohol hasta emborracharlas. Las dos terminaron en la cama del acusado, quien intentó desvestir a su prima. Estas declaraciones, junto con otras pruebas, convencieron al tribunal de la veracidad del relato y el acusado fue condenado. Además, el hombre persiguió a la principal perjudicada incluso después de que se mudara a Alemania para evitarlo, lo que resultó en otra condena por quebrantamiento de medidas de alejamiento.

El acusado enfrenta una condena adicional de cuatro años de prisión por un delito contra la intimidad sexual. Esto se debe a las filmaciones que realizó de sus relaciones sexuales con su alumna, las cuales fueron presentadas como pruebas en el caso después de que la víctima accediera a la cuenta del acusado utilizando unas claves que ambos compartían.