Un congreso veloz

Así nos ha parecido el del Psoe almeriense celebrado en Vícar el pasado viernes. Poco tiempo tuvieron para el estudio y la discusión, no llegaron ni al primer minuto del sábado. O no quisieron que se llegara. Debe ser que ya no es importante en estos tiempos del socialismo impuesto por Pedro Sánchez, debatir sobre ideas, ni siquiera hablar sobre las personas que van a dirigir el futuro del partido. En el primero minuto ya se tiene la lista, viene de la mano del nuevo jefe, y no hay discusión posible.

No me atrevería a llevar la contrario a los sabios que actualmente mandan en el Psoe, lo mismo tienen razón y lo necesario es no dejar pensar demasiado al militante, darle el ceviche bien masticado, una de sentimiento, lo puso el antiguo guerrista, Antonio Bonilla, hoy alcalde de Vícar, y cantor de las excelencias de María Jesús Montero, candidata del partido a la Junta de Sevilla y alrededores, y el alboroto que crea siempre la ministra con sus verbo caliente, valiente y a veces no demasiado prudente para el cargo que ostenta en el gobierno.

En los congresos de los partidos que se dicen de izquierda, o se decían, siempre se ha producido una voz discordante, una autocrítica, una lucha de ideas que se defendían en el plenario y se votaban. Eso, tristemente para el militante que busca cambiar a mejor el futuro de la sociedad pasó a la historia. Hoy día los congresos solo quieren elevar en lo que puedan la moral del militante, cansado en estos tiempos el Psoe de las acusaciones que reciben sobre la familia del presidente, la lucha encarnizada entre Conde Pumpido y los jueces o los pactos a los que llega Sánchez con partidos que defienden el terrorismo de Eta, o que son más racistas que el propio Sabino Arana, sin olvidar que si hay que retorcer la constitución se retuerce para darle la amnistía a un prófugo de la justicia.

Del conclave de los socialista almerienses solo me ha llamado la atención la emotividad de Antonio Bonilla. Solo le faltó alguna lagrimilla para la afición que en su pueblo le aplaudía con ganas. Sigo manteniendo que el Pp no se comerá una rosca en Vícar mientras se presente Antonio. Sabe perfectamente lo que en política debe ser un alcalde que quiere gobernar para todos, o en este caso un hooligan de su partido a la hora de cantar las excelencias de la persona que visitaba su pueblo. Y es que no creo que Antonio sea capaz de mantener algunas de las cosas que va diciendo la señora ministra sobre la presunción de inocencia. ¿O sí? Me gustaría saberlo. Curiosidad. Solo curiosidad. Las personas cambiamos, y no es malo hacerlo, no te vas a mantener toda la vida con la misma idea, si se demuestra que hay otras que son mejores. Lo mismo ese cambio le está ocurriendo al alcalde de Vícar y no nos habíamos dado cuenta. Es bueno saberlo.

En una de las fotos hemos visto a Martín Soler y a José Antonio Amate. En los tiempos de Amate había discusión entre guerristas y renovadores. Hubo grandes intervenciones por parte del renovador Paco Contreras, que olvidadas están en estos tiempos. Con Martín fue bajando el listón de la discusión. Se imponía el poder y la soldada a final de mes. Es lo que hay en estos tiempos en el partido me cuenta una militante de a pie, que estuvo el viernes en el acto celebrado en Vícar, y que no deja de ser una triste imagen de lo que fue el Psoe.