Cajamar pone en circulación el 1 de abril una nueva oficina móvil para proporcionar servicios financieros a nueve pequeñas poblaciones de la provincia de Almería que carecen de oficina bancaria, evitando así situaciones de exclusión financiera que afectan especialmente a las personas mayores, residentes en zonas rurales almerienses.
La unidad itinerante 1009 cubre los municipios de Alcolea, Paterna del Río, Bayárcal, Íllar, Huécija, Instinción, Terque, Alboloduy y Felix, prestando servicios a una población de 4.775 habitantes, de lunes a viernes de 8:30 a 14:30 horas y de 16 a 19 horas, y cuyo cajero está en funcionamiento durante el periodo de estacionamiento de las unidades móviles. El profesional que la atiende es Agustín Muñoz y su segundo titular, José Antonio Godoy.
Desde el año 2017 Cajamar ha ido sumando oficinas móviles en la provincia de Almería hasta computar las tres actuales, que se desplazan periódicamente para evitar la exclusión financiera de más de 12.500 almerienses residentes en 28 localidades de menos de 900 habitantes.
Las otras dos oficinas itinerantes -la 1008 y la 1008-1- atienden a los vecinos de Alcóntar, Bacares, Chercos, El Hijate, Lúcar, Partaloa, Somontín, Albánchez, Benizalón, Bentarique, Cóbdar, Escúllar, Líjar, Lucainena de las Torres, Rágol, Santa Fe de Mondújar, Senés, Sierro y Tahal.
En total se han adquirido cinco nuevos vehículos a la compañía ALSA para prestar también servicios financieros en poblaciones de localidades de Valencia y Castellón, que a su vez se encarga de la gestión integral: conducción, mantenimiento, limpieza y traslado a las poblaciones en las que se atiende a los clientes. Estas oficinas incorporan cajeros de última generación desde los que los usuarios podrán realizar todo tipo de transacciones sin necesidad de ayuda física por parte de los compañeros que prestarán los servicios en estas nuevas unidades, que mejoran en habitabilidad y eficiencia energética, tanto en su movilidad y consumo energético, y, por tanto, son más sostenibles.
El director de Banca Rural de Cajamar, Emilio Torres, ha puesto en valor “el compromiso de Cajamar con las zonas rurales de mantener la actividad financiera, ofreciendo sus productos y servicios a clientes y no clientes en aquellas poblaciones donde Cajamar es la única entidad, ya que, en las circunstancias actuales resulta inviable la continuidad de una ventanilla tradicional, debido a la pérdida de habitantes y actividad económica”.
Con esta ya son 12 las oficinas itinerantes de Cajamar que facilitan servicios financieros a más de 72.100 habitantes de 79 pequeñas poblaciones de la España rural, en la búsqueda de soluciones para evitar la exclusión financiera que siempre ha sido una constante, de la entidad. En la actualidad, los clientes de Cajamar cuentan con un amplio abanico de servicios. Uno de ellos y cada vez más potente es la banca distancia -App, banca electrónica y banca telefónica- así como de su amplia red de cajeros-, que permiten realizar cualquier tipo de operación cotidiana. Si bien es cierto que la digitalización ocasiona brechas, sobre todo entre los mayores de 65 años, y son estos los que más sufren el cierre de oficinas y ventanillas rurales. De ahí, la flota de vehículos móviles para reforzar la atención y cercanía a sus clientes de más edad residentes en zonas poco pobladas.
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