Una pelea en de bar se salda con condenas de dos años de prisión

La Sala de lo Civil y Penal del Tribunal Superior de Justicia de Andalucía, Ceuta y Melilla ha ratificado el pasado mes de mayo la condena a los tres implicados en una pelea en la zona de las Cabañuelas: la sentencia, a la que ha tenido acceso Noticias de Almería, ratifica la pena de dos años para dos de los tres implicados, así como ajusta las indemnizaciones que estos deben abonar.

Según se relata en el propio documento, durante la tarde del 15 de febrero de 2018, los acusados mantuvieron una pelea en el transcurso de la cual se agredieron mutuamente: uno de ellos, además, incluyó como objetivo de sus agresiones al hermano del otro y comenzó a arrojar botellas y vasos a los otros afectados. Como consecuencia del altercado, el primero sufrió heridas en el cuero cabelludo, mientras que el otro implicado y su hermano acabaron con lesiones en la cabeza y las manos. Así mismo, el establecimiento donde ocurrió la pelea sufrió desperfectos por el impacto de las botellas.

Originalmente se condenó al primero de los acusados a dos años y seis meses de prisión, además de una indemnización de 450€ (además del abono de los desperfectos en el bar, que ascendían a un total de 1.087,92€); el segundo recibió una pena de cárcel similar, pero una compensación económica mucho mayor: debía pagar al otro acusado un total de 4.050€. El hermano salió absuelto de toda acusación, al haberse visto implicado en contra de su voluntad.

En la sentencia que nos ocupa se analizan los recursos interpuestos por los dos agresores, que rechazan la sentencia inicial: el primero de ellos, culpable de los desperfectos en el bar, alega que su agresión fue una respuesta de legítima defensa, además de presentar un informe médico en el que, a mayores de sus lesiones en el cuero cabelludo, se incluyen unas en los tensores de los dedos de su mano, que necesitaron de cirugías. El recurso del otro implicado intenta que se tenga en cuenta el estado de embriaguez en el que se encontraba para absolverle de sus cargos.

Con respecto al primero de los acusados, se desestima totalmente su apelación ya que no queda probado, primeramente, que la herida de su mano fuera causada durante la pelea a causa de las agresiones del otro implicado: las pruebas videográficas demuestran que el hombre hizo uso de su mano a pesar de que, según alega su recurso, en el comienzo del ataque ya había sufrido del corte que le valió de dos cirugías.

Tampoco se ha tenido en cuenta su alegato de legítima defensa, ya que se considera que el nivel de agresión al que llegó el acusado no es proporcional al que requeriría para protegerse de los ataques iniciales: después del comienzo de la pelea, una vez ya se encontraba fuera de peligro, el acusado continuó atacando con mucha más violencia, y fue él quien introdujo en la pelea al hermano del otro hombre, a pesar de que este estaba actuando para detener el altercado.

Sobre el recurso del segundo implicado, lo estima pero solo parcialmente: acepta las pruebas presentadas que lo excluyen de la herida más grave presentada en la mano del otro hombre (el hecho de que se encontraba en su mano dominante, que las imágenes prueban que usaba después con una soltura impropia si se hubiera producido la lesión al principio de la pelea), pero no admite que la otra herida que presenta (en su cuero cabelludo) fuera causada por otra cosa, así como tampoco reconoce el hecho de que el acusado ingiriera alcohol como elemento de disminución de la pena.

Sin embargo, gracias a este recurso, el acusado consigue equiparar su condena inicial (con una indemnización mucho mayor, adjudicada en base a las secuelas en los tensores de la mano del otro hombre) se reduzca considerablemente y se equipare a la del primer implicado. La Sala también deja abierta su nueva sentencia a un recurso de casación, con lo que los hombres podrían continuar con su batalla, esta vez en los tribunales.