La Audiencia Provincial de Almería ha iniciado el juicio con jurado contra H.C., una mujer que está acusada de asfixiar a su bebé recién nacida y enterrarla en la puerta de su casa en Vícar (Almería) en marzo de 2020. Según el relato de la Fiscalía, la mujer dio a luz en su domicilio el sábado 7 de marzo por la tarde noche y, acto seguido, asfixió a la niña con una toalla. Luego, envolvió el cuerpo en una bolsa de plástico y lo ocultó en un armario.
Al día siguiente, la acusada salió de su casa y pidió prestada una azada a una vecina y una planta de parra a otra, con la intención de cavar un hoyo y plantar el sarmiento para disimular el enterramiento. Así lo han declarado las dos vecinas que le prestaron los objetos, quienes han afirmado que la mujer no les ocultó su embarazo y que la vieron con barriga el día anterior.
Sin embargo, el lunes 9 de marzo, una de las vecinas se dio cuenta de que la acusada ya no tenía barriga y le preguntó por el bebé. La mujer le respondió que lo había tenido en el Hospital Universitario Poniente y que lo había dejado allí. La vecina, que también conocía al padre de la niña, le llamó para informarle de la situación y ambos se dirigieron al hospital, donde les negaron que hubieran atendido a la acusada.
Fue entonces cuando la vecina, que sospechaba que algo raro había pasado, decidió buscar en los alrededores de la casa de la acusada y encontró la placenta y otros restos del parto en una balsa de riego cercana. También descubrió el cuerpo de la bebé enterrado bajo unos bidones de agua junto a la puerta de la vivienda, donde había plantado el sarmiento.
La defensa de la acusada sostiene que la mujer sufrió un desvanecimiento después del parto y que no sabe qué pasó con el bebé, al que creía muerto. Además, acusa a la vecina que encontró los restos de haber asistido en el parto y de haberse ocupado de la menor. La acusada se enfrenta a una pena de 15 años de prisión por un delito de homicidio. El juicio continuará con la declaración de los peritos y los informes finales de las partes.