El alcalde ha defendido la oposición municipal al proyecto que cuenta con las autorizaciones correspondientes
El Ayuntamiento de Vera se une en una decisión unánime para oponerse a la concesión de explotación de una mina a cielo abierto de verita. En una sesión extraordinaria y urgente, los grupos de la oposición y la Alcaldía han mostrado su total rechazo a este proyecto en el paraje de La Media Legua del municipio. La Junta de Andalucía había otorgado previamente la autorización ambiental, pero la Corporación se ha unido en un “frente común” contra lo que consideran un “disparate incompatible con el desarrollo social y económico” de Vera.
Los partidos políticos Vox, PSOE y UCIN también han cuestionado la actuación de los equipos de gobierno del PP durante la tramitación de los permisos. Además, han reprochado la falta de alegaciones por parte del Ayuntamiento. El alcalde, Alfonso García, ha tomado la palabra en una sesión tensa y con nutrida presencia vecinal. Con determinación, ha afirmado que no cejarán en su esfuerzo hasta lograr la paralización del proyecto. Además, ha calificado de “injusto” que la oposición les atribuya responsabilidad por la autorización otorgada para la cantera.
García ha declarado: “Este equipo de gobierno será el que detenga la mina”. A su juicio, el pleno no ha servido para unir fuerzas, sino para atacar destructivamente. También ha señalado que a la oposición le interesa la mina, ya que su éxito político depende del fracaso del equipo de gobierno.
En respuesta a las críticas sobre el dictamen de compatibilidad urbanística proporcionado por el Ayuntamiento, García ha defendido que fueron los técnicos municipales quienes enviaron ese informe preceptivo. Además, ha planteado una pregunta retórica: “¿Puedo realmente contradecir a un técnico si su informe no se ajusta a mis preferencias o perjudica los intereses de mi municipio?”. La respuesta, según él, es negativa.
Finalmente, el alcalde ha justificado la ausencia de alegaciones al considerar que se trataba de un trámite medioambiental. La Delegación Territorial de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul rechazó las interpuestas por los grupos ecologistas y el propietario mayoritario de los terrenos.
En una encendida disputa que involucra a vecinos, propietarios de terrenos y asociaciones vecinales, la propuesta de una nueva mina de canteras ha generado un agudo debate en la comarca. Las mociones presentadas por diversos grupos han puesto de manifiesto las preocupaciones y los desacuerdos en torno a este proyecto.
Argumentos en Contra
Los opositores a la mina argumentan que su establecimiento tendrá consecuencias perjudiciales para la región. Entre las principales preocupaciones se encuentran:
- Polvo y Contaminación: Se teme que la actividad de la cantera genere grandes cantidades de polvo, afectando a localidades como Vera, Garrucha, Antas, Cuevas del Almanzora y Mójacar. Dada la frecuencia de fuertes vientos en la zona, existe el riesgo de que las partículas se dispersen y causen problemas respiratorios y ambientales.
- Explosiones y Residuos Peligrosos: Los opositores advierten sobre la posibilidad de explosiones incontroladas y la generación de residuos peligrosos. Además, el aumento del tráfico de camiones y el ruido asociado afectarán negativamente a la calidad de vida de los habitantes locales.
- Impacto en la Naturaleza: La cantera amenaza directamente seis hábitats de interés comunitario, dos de los cuales son prioritarios para su conservación. La tierra que ha sido testigo de generaciones podría verse alterada irreversiblemente.
Datos del Proyecto
Las mociones se basan en datos extraídos del proyecto que ha obtenido la autorización ambiental. Según este, la extracción se realizará mediante voladuras periódicas, y las rocas se transportarán al puerto de Garrucha a razón de 40 camiones diarios.
Críticas a la Autorización
El Ayuntamiento veratense ha señalado defectos en la autorización emitida por la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul. En particular, se cuestiona la falta de informes favorables de ADIF Alta Velocidad, dada la cercanía de la mina a la línea Almería-Murcia y su impacto potencial en la futura estación del AVE.
La controversia continúa, y los ciudadanos esperan que se escuchen todas las voces antes de tomar una decisión que afectará profundamente a la comunidad y al entorno natural.