El sindicato Solidaridad, apadrinado por Vox y liderado por el almeriense Rodrigo Alonso, ha desplegado una lona gigante en el centro de Madrid, en la que equipara al PP con el PSOE y sus socios, como Bildu o ERC, por su apoyo a la Agenda 2030. La pancarta muestra una boda ficticia entre Pedro Sánchez y Yolanda Díaz, oficiada por José Manuel García-Margallo, con la presencia de numerosos políticos y sindicalistas caricaturizados. El lema de la lona es: "¡Sí quieren! Arruinar y esclavizar a los trabajadores de España".
Según Solidaridad, su objetivo es denunciar el consenso del resto de formaciones políticas a favor de la Agenda 2030, un plan impulsado por la ONU contra el hambre, a favor de la alfabetización, el comercio de proximidad, la agricultura y pesca tradicionales, la cultura autóctona... entre otras cosas que a Vox le parecen repugnantes, como la igualdad real entre hombres y mujeres.
Sin embargo, la pancarta ha generado una fuerte polémica y ha sido criticada por varios sectores, que la consideran una falta de respeto y una muestra de intolerancia. Algunos de los afectados por las caricaturas han expresado su rechazo a través de las redes sociales, como la vicepresidenta segunda Yolanda Díaz, que ha calificado la lona de "machista y repugnante". También han mostrado su indignación otros dirigentes políticos como Mónica García, Íñigo Errejón, Isabel Díaz Ayuso o José Luis Martínez-Almeida.
Pero la clave es que la pancarta puede ser un error estratégico de Vox y su sindicato, ya que si en el futuro tienen que pactar con el PP tras unas elecciones generales, esta pancarta les perseguirá, al suponer entonces que Vox pacta con el PSOE, con Bildu y con ERC.
Por su parte, Vox y Solidaridad, tanto monta, monta tanto, han defendido su pancarta como una forma de expresar su disconformidad con la política actual y de reivindicar su papel como defensores de los trabajadores. El líder de Vox, Santiago Abascal, ha compartido la imagen de la lona en su cuenta de Twitter y ha escrito: "Empieza la fiesta". El secretario general del sindicato, Rodrigo Alonso, ha declarado que "la pancarta es una obra maestra del humor gráfico" y que "refleja la realidad de lo que está pasando en España". Lo de obra maestra seguramente lo ha dicho avalado por sus conocimientos artísticos, en márketing político y comunicación social. Seguro.
Además de la polémica pancarta, el sindicato Solidaridad también ha protagonizado otras acciones controvertidas, de puro gamberrismo, vamos, como el precintado del Ministerio de Transición Ecológica en Madrid o la creación de una página web llamada "Los Comegambas", en la que se burlan de los líderes de UGT y CCOO por supuestamente gastar el dinero de los trabajadores en mariscadas.
Sin duda, Alonso se ha pasado de afeitado al raparse la cabeza y cada vez se acerca más a un skinhead, a quien lo que le pone es el rollo macarra. ¿Se lo imaginan en plan sado, embutido en cueros negros, con antifaz y un látigo, azotando "rojos" mientras babea de gusto?
Hay que recordar que Vox tiene pactos con el PP en algunas comunidades autónomas, como Castilla y León, donde sostienen al gobierno de Alfonso Fernández Mañueco. Así, Vox, según la pancarta de Solidaridad, estaría pactando indirectamente con los partidos que dice combatir, es decir, haciendo justo aquello de lo que acusan al Partido Popular.
En fin, a Rodrigo Alonso tampoco le pidan mucha coherencia porque sin ser un trabajador, lidera un sindicato, criticando la politización de los sindicatos, está al frente de uno apadrinado por un partido, denunciando las subvenciones públicas, es el principal receptor de éstas en su grupo parlamentario, diciéndose liberal cree que los ricos lo son por naturaleza, y siendo anticomunista, sostiene como los comunistas, que debemos dirigirnos a la soberanía energética y alimentaria (eso ya lo sostenía Juan Manuel Sánchez Gordillo -comunista y andalucista- hace más de una década con las mismas palabras en ese mismo Parlamento) y bueno, Alonso cobra de una institución en la que no cree por defender a un pueblo cuya existencia niega.
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