El Partido Socialista Obrero Español (PSOE) está celebrando la moción presentada por el partido de extrema derecha Vox como un impulso electoral. Los socialistas esperan contar con la benevolencia de la presidenta del Congreso, Meritxell Batet, para programar esta moción para después de la Semana Santa, lo cual se convertiría en un acto de precampaña.
Sin embargo, el PSOE también teme que el Partido Popular (PP) aproveche la oportunidad para hacer un desglose de lo que ellos llaman "las chapuzas del Gobierno", como el sí es sí, los trenes o la malversación. Además, los independentistas ya no actuarán como un parapeto.
Es por ello que el PSOE está intentando desviar el debate hacia temas más concretos, como la recuperación económica tras la pandemia, la protección social, la recuperación de la democracia y la igualdad de derechos para todos los ciudadanos. El partido socialista está buscando el apoyo de los demás partidos para lograr un acuerdo de Estado que permita alcanzar estos objetivos, pero dificilmente se entiende que sea "de Estado" sin de entrada niega el pan y la sal al PP, como pasa con la oferta de éste para reformar la ley del Solo sí es sí.
La caída del PSOE en las encuestas se viene manteniendo desde hace muchos meses, y Sánchez confía en esta moción para salir reforzado: una moción presentada por la extrema derecha, puesto que el titular al día siguiente será que Vox ha fracasado, y que el presidente vuelve a tener el apoyo de todo el bloque de investidura.
Si la cuestión es echar al PSOE, como sostiene Vox, no se entiende que mantengan la idea de presentar una moción perdedora, en vez de generar alianzas, como hubiera sido pactarla con el PP antes de hacerla pública, no al revés.